El Arquitecto y Acuarelista Gonzalo Ibáñez nos compartió algunos tips en su charla del día del Patrimonio.

BIO: Gonzalo Ibáñez (Gibanez), es arquitecto (2017) con diplomado en Estética y Filosofía (2018). Enfoca su producción artística en el trabajo de la acuarela de arquitectura como inspiración.

Como docente ha tenido experiencia en cursos de diseño arquitectónico y representación gráfica en la carrera de pre-grado de arquitectura de la Universidad de Chile. Ha participado en bienales y festivales de acuarela a nivel internacional, como la bienal de Kosovo o el festival Fabriano Acquarello, donde ha representado a Chile como artista sub 30 años. Su trabajo ha sido publicado en medios nacionales e internacionales, como la revista VD de El Mercurio y la revista Ophelia de Argentina, además de trabajar en ilustraciones para oficinas de arquitectura como el escritorio Gálvez & Marton de Sao Paulo, Brasil.

Q&A

¿Siempre pensaste en ser Arquitecto? ¿Se te pasó por la cabeza estudiar arte en vez de arquitectura?

Durante toda mi adolescencia se me metió en la cabeza la idea de la arquitectura, siempre fui cercano al tema gráfico -especialmente el dibujo- y sumado al gusto por lo práctico, decidí estudiar arquitectura. Cómicamente, pese a eso de la practicidad, una vez que me titulé como arquitecto decidí seguir mis estudios en filosofía, cosa que nunca me habría imaginado como meta durante esos mismos años donde la arquitectura ocupó ese espacio. En cuanto al arte, este siempre estuvo presente. A decir verdad, nunca me lo planteé como opción en lugar de lo que estudié: creo que, pese a que no tengo formación profesional en bellas artes, el pregrado de arquitectura me entregó herramientas valiosas en la manera de resolver conflictos, conocer mis capacidades creativas y lograr construir metodologías de trabajo propio que hoy aplico a mi trabajo como acuarelista. Actualmente, la arquitectura sigue presente en cada uno de mis intereses. Quizás ya no exclusivamente desde una veta tan tradicional como el diseño arquitectónico trabajando en oficina, sino que enfocado en la reflexión acerca de la imagen y la representación.

¿Cuándo descubriste la acuarela como herramienta de apoyo a la arquitectura?

Apareció con más fuerza durante mis últimos años de carrera, donde la universidad nos dio un poco más de libertad con respecto a las temáticas de investigación que nos gustaría seguir. Ese tiempo lo tomé para empezar a trabajar la representación de mis proyectos en base al dibujo, alejarme del computador e invertir el tiempo de producción gráfica en algo que al mismo tiempo podría ir dándome más oficio análogo, que es lo que buscaba. El proyecto de título finalmente vino a dar el toque que me engancha de la técnica, bajo todas las horas de trabajo en pantalla que significa el dibujar planos o investigar, decidí usar la pintura para mover todo lo que no necesariamente debía ser hecho en computador.

¿Cuándo decidiste que podías dedicarte a la Acuarela y pensar que ya no era un hobby?

Cuando empecé a sentir que cualquier cosa que no fuera cultivar esa hambre creativa o de conocimiento era una pérdida de tiempo valioso.

¿Qué es lo que más te gusta al momento de comenzar un lienzo?

El momento que tengo la imagen referencial que quiero lograr más clara, es justamente cuando la hoja está en blanco. Es cuando la pintura que uno tiene en la cabeza está más cercana. Una vez que llega la pincelada, la pintura original o la referencia se van alejando progresivamente y entran en una negociación incierta, pero valiosa, con el agua. Por medio de ese proceso de adaptación y de marcar la pauta, la acuarela va apareciendo y, por lo general, sorprende con resultados mucho más interesantes que los que uno tenía formateados. Una de las cosas que más me gusta es eso, no saber con certeza absoluta el resultado final que se logrará, aceptar que no todos cumplen las expectativas y que justamente por eso te incitan a seguir trabajando.

¿Monocromo o Color?

Del monocromo al color, como proceso de estudio al trabajo acabado.

Para alguien que parte, ¿qué le recomiendas al momento de elegir materiales?

Recomiendo que, dentro de lo que el presupuesto le permita, compre los materiales de la mejor calidad posible. La acuarela es una técnica que no es necesario hacer más difícil de lo que ya es y un mal material la complica aun más. En específico, si hay que elegir en qué invertir más, que sea en papel. 

Te inspiras en la arquitectura y lo que pasa en la ciudad ¿Cómo lo estas llevando en estos momentos de pandemia?

Sí, lamentablemente ya no puedo salir a buscar registros como normalmente lo hago. Últimamente he trabajado en series que tenía pendiente de la ciudad de Santiago, zona centro norte especialmente, con fotografías que alcancé a tomar unas semanas antes del encierro. He jugado más con la composición y luz del material que tengo a disposición, teniendo que reinventar encuadres o limpiar referencias que en una primera ojeada uno podría descartar. Pese a todo eso, me siento afortunado de contar con variadas vistas desde mi departamento en el centro de Santiago. Desde ahí he logrado pintar lo que pasa desde mi ventana, una serie que está en proceso y que ha resultado interesante por partir de este pie forzado de no poder mover el punto desde donde observo.

¿Tienes bloqueos creativos? ¿Cómo los manejas?

Para mí la mejor manera de lidiar con el bloqueo es no dejar de trabajar. Parar muchas veces es peor que solamente estar bloqueado. Si no es pintando, suelo ocupar ese tiempo para estudiar, cosa que desde fuera ayuda a seguir creciendo sin necesariamente tener las manos en el pincel. Pienso que la frustración es un proceso natural con el que se tiene que lidiar, en particular en la acuarela que, como comentaba antes, no permite tener el control absoluto de lo que se logrará al final. Así, la frustración se entiende como parte de un proceso de aprendizaje que, en mi experiencia, no tiene atajos.

¿Te perdiste la Charla de Gonzalo? puedes verla desde Youtube:

Si quieres conocer más del trabajo de Gonzalo en su web : https://www.gibanezwatercolor.com